Si trabajas a tiempo completo y estudias algo al mismo tiempo, ya sabes que estudiar mientras trabajas puede ser muy desafiante. Después de un día completo de trabajo, la idea de aprender algo adicional a veces parece abrumadora. Las cosas que queremos lograr parecen imposibles, y creamos una sensación de resistencia que se hace cada vez más fuerte, lo que hace imposible avanzar hacia lo que deseamos.

En esta sección, me gustaría hablar sobre el diálogo interno. Debemos tener cuidado con lo que nos decimos a nosotros mismos. La investigación afirma[2] que la manera en que nos comunicamos afectará significativamente nuestra mente subconsciente e impactará directamente nuestras acciones. El diálogo positivo puede cambiar drásticamente el resultado de tus metas. Aquí repaso algunas de las excusas más comunes que he escuchado y con las que me he encontrado, que permiten que el monstruo de la procrastinación se aparezca.

Ya hemos explorado nuestros deseos y necesidades más profundos y tenemos un marco para decidir qué es realmente significativo para nosotros. Ahora es el momento de tomar esas necesidades y desglosarlas en pasos accionables que podamos lograr sin estrés y con un enfoque del 100%. La clave es que debemos separar la estrategia de la acción.

Te has sentido abrumado al tener una tarea pero no poder comenzar con ella. Tenerla ahí y dejarla para mañana, solo para descubrir que mañana tampoco puedes ponerte en marcha, dejándola para el día siguiente hasta que la fecha límite se acerque cada vez más y aún no hayas empezado.

Cuando enfrentas este tipo de presión, lo más probable es que haya una razón detrás de ella. Hay algo que necesitas aclarar; por lo tanto, necesitas investigar más para determinar qué hacer, lo cual te agota solo de pensarlo. O la tarea puede ser demasiado grande, y puedes tener miedo de hacer una parte de ella, por ejemplo, presentar algo frente a una audiencia, y por eso tu mente está, inconscientemente, alejando la tarea. Sea cual sea la razón, aquí vamos a dar un paso hacia adelante sin importar qué. Por eso, necesitamos desglosarla.

En este capítulo, enumeraré los hábitos que te ayudarán a cumplir tus metas. Luego, al final del capítulo, te proporcionaré una lista de verificación de pequeñas prácticas que, si las sigues, te permitirán romper cualquier barrera de procrastinación. Pero primero, me gustaría introducir por qué los hábitos  son esenciales. Verás, la motivación no es constante.

A veces, nos motivamos y podemos hacer muchas cosas; otras veces, nos sentimos peor y hay cosas que deben hacerse. Pues bien, esta es la belleza de los hábitos. Los hábitos son cosas que haces periódicamente sin fallar.

¡Esta sección contiene plantillas útiles y recursos adicionales para potenciar tu capacidad de establecer metas!